Gustavo Adolfo Béquer (1836-1870) Los versos desnudos de artificio de Gustavo Adolfo Bécquer, poeta y narrador del romanticismo tardío/premodernismo español, abrieron camino para poetas posteriores como Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez.
La vida de Bécquer Si bien Bécquer es uno de los poetas más conocidos de la literatura española, la enfermedad, la pobreza y el desamor fueron una constante en su vida. Nació en Sevilla el 17 de febrero de 1836. Sus padres fallecieron a temprana edad y Bécquer quedó huérfano, por lo que fue a vivir a la casa de su madrina, una mujer muy culta con una magnífica biblioteca que expuso al joven Bécquer a las obras de Víctor Hugo, Chateaubriand, Byron, Balzac y Espronceda, entre otros grandes escritores. A los 12 años escribió su primer poema, "Oda a la muerte de Alberto Lista" y ya para ese entonces sabía que quería ser poeta, aunque también mostró un interés en la pintura. A los 18 años se mudó a Madrid con el sueño de convertirse en poeta famoso. Pero en vez del éxito, la enfermedad y la pobreza plagaron su vida. Para sobrevivir, Bécquer escribío artículos para varias revistas y también adaptaciones de teatro extranjero. En 1857 se enfermó de tuberculosis y se condición se agravó por un par de años. Tuvo algunos periodos de mejoramiento, pero nunca se curó por completo. Durante esta etapa se enamoró de Julia Espín, pero no fue un amor correspondido. (El desengaño amoroso es un tema que aparece en muchos de sus poemas.) Poco después de la ruptura con Julia, se casó con Casta Esteban con quien tuvo hijos, pero Bécquer no estaba feliz con ella, por lo que se refugiaba en su trabajo y se escapaba a menudo a Toledo. Estos primeros años de matrimonio, de 1861 a 1865, fueron los más prolíficos para el poeta. En 1865, le ofrecieron el puesto de censor de novelas con un sueldo que, por primera vez en su vida, le dio estabilidad económica, pero perdió este puesto durante la revolución de 1868. Ese mismo año se enteró de la infidelidad de su mujer y se separó de ella. En 1869 falleció su hermano, dejando al poeta devastado. A partir de esta pérdida, Bécquer comenzó a presentir su propia muerte y entregó varios manuscritos a sus amigos para que los publicaran póstumamente. Poco después, cayó enfermo y el 22 de diciembre de 1870 falleció a los 34 años. La poesía de Bécquer En contraste con los románticos de 1840, el tono de Bécquer es menos retórico y pomposo, y más intimista y melancólico. En sus famosas Rimas, el poeta puso hincapié en la palabra desnuda y depurada. Para Bécquer la poesía era sentimiento, no artificio. Sus versos muestran una clara influencia de Heinrich Heine, poeta romántico alemán, pero también del cantar popular andaluz con su queja desgarrada, y voz directa, dramática y honda. De hecho, Bécquer escribió algunos cantares y un amigo suyo les puso música de soleares y seguidillas. (Cabe destacar aquí que Bécquer fue muy aficionado a la música, tanto el flamenco como la Ópera.) Bécquer preferió el verso libre a la métrica medida, y la asonancia a la consonancia. En su poesía destacan como temas: la naturaleza y el arte como símbolos de la emoción; la fugacidad del amor; el pesimismo; la belleza y el misterio del universo. La prosa de Bécquer Si bien Bécquer se conoce principalmente por sus versos, también escribió más de 20 leyendas. Estos relatos fantásticos se caracterizan por el misterio y lo sobrenatural, temas góticos, la religiosidad, lo exótico pero también lo costumbrista, paisajes naturales, y la época medieval. También escribió ensayos, artículos periodísticos y crítica literaria. Fuente: http://literatura.about.com/od/Escritoresporapellido/a/Gustavo-Adolfo-Becquer.htm
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